Hoy tod@s hablan de él. Y casi tanto como de sus hijos tecnológicos, hablan de este
discurso pronunciado por él en 2005 en la
Universidad de Stanford: una verdadera clase de vida, y de "educación zappiana" como la que he elogiado
aquí, (pos)moderna y valiente educación
a piacere. "Inútil", cual esfuerzo batailleano. "Nada de esto tenía ni la más mínima esperanza de aplicación práctica en mi vida", dice.
Porque sí. Sólo porque sí.
Lo comparto con ustedes, como homenaje al genio. No tiene desperdicio: intelectual, ética y emocionalmente.
Como gritan todos hoy en
Twitter:
#ThankYouSteve
No hay comentarios:
Publicar un comentario