5/11/10

Los “NN” de la democracia


Otra interesante charla en el seminario sobre “la Cuestion Social en Argentina” en el que participé fue la del Jorge Álvarez, concejal radical por San Isidro. Álvarez habló de los “NN” de la democracia: los indocumentados: aquellos que ven vulnerado el tan básico derecho humano a la identidad.

La cifra es impactante: en todo el territorio nacional hay más de 500.000 personas indocumentadas: sin partida de nacimiento ni D.N.I. Antes, señaló el concejal, esto era un problema exclusivamente rural, pero hace tiempo que se “urbanizó”.

¿Por qué existen los “NN”? Se trata del “rostro vivo de la pobreza”, con su cara más cruel, reflejo de la exclusión. Así como uno solo tramita el pasaporte, en general, cuando viaja, los sectores marginados que sufren esta problemática solo inscriben a sus hijos cuando necesitan un plan social.

La de los “NN” es una cuestión de prioridades, y también incluye un fuerte componente cultural. Así se va generando una escalada. Éste es el cuadro institucional: ley N° 26.061 (reglamentada por el decreto 415/2006) establece en su artículo 13 la gratuidad del otorgamiento del primer DNI a todos los niños. No obstante, el problema no es económico. El decreto 90/2009, además, especifica que los niños de hasta 12 años de edad se pueden inscribir con dos testigos que acrediten que la persona es quien dice ser, que el nombre se corresponda con la masa corporal presente. Los mayores de 12 años, por su parte, deben iniciar un “juicio de inscripción”, bastante engorroso, teniendo en cuenta la vulnerabilidad del sector social al que nos referimos. Este trámite consta de tres pasos. Aquí es cuando empiezan los problemas, ante la invisibilidad de estos actores.

Por un lado, los interminables juicios exigen demasiado compromiso presencial y de cumplimiento de requisitos de las personas. Así, estos juicios se terminan archivando. Y aún en el caso de que el funcionario llegue a la villa, logre sortear “fronteras”, temores y romper los códigos de la villa, al recibir el mayor de edad la “intimación” a presentarse en la Justicia (caso contrario, se dará paso a la acción de la “Policía” para cumplir la requisitoria), ¿qué es lo que sucede? El miedo. Y el vecino o vecina que “asesora”, terminante: “Don, no se presente, porque va a terminar en cana”.

Álvarez bregó por la necesidad de un proceso único para que el indocumentado sea anotado al instante, sin necesidad de mayores trámites y otras presencias, utilizando como constatación, aunque parezca elemental, el sistema de huellas dactilares.

“Hace falta la acción legislativa y, no menos importante, militar. Que haya voluntarios, que se involucren y se solidaricen con las problemáticas sociales, y que se involucre la política con este sector que, de tan vulnerable, es invisible”.

Los NN de la democracia nos están esperando. En cada provincia, en cada municipio: en cada villa miseria del país.

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