3/11/11

Mamá Cristina

¿Ahora van por todo?
"El 54% de los votos le tapa la boca a Clarín y cía". De boca de varios escuché esto. “La tienen adentro”, tituló por segundos CN 23, el canal del empresario de medios K Sergio Szpolzki. Hasta el mismo Gabriel Mariotto (actual titular de la AFSCA y futuro vice de Scioli) en su discurso del domingo, secundado por el gobernador Scioli, señaló que ninguna campaña mediática podría tapar la victoria “de Néstor y Cristina”. Debo decir: “No”. En democracia nadie le tapa la boca a nadie. Toda idea vale y cuenta. No hay verdades. Como los mismos cultores del “relato” lo saben, hay ficciones. Y no una sola. Nadie tiene "la razón" ni se "equivoca". Hay puntos de vista e intereses. ¿Tendremos que empezar a recordarlo frente a la prepotencia que se barrunta? Hoy más que nunca: levantar el discurso (y el espíritu) democrático-republicano.
Por lo demás,
puede leerse el 54% como una exigencia: en algún momento, el kirchnerismo deberá empezar a preocuparse por el poder que acumuló: ahora no tiene excusas para evitar ser "progresista" en serio. Al fin y al cabo, la ficción que entabla el “relato” también es exigible.

Con todo, la ecuación parece clara, y no debe escandalizar ni a unos ni a otros: "A más poder del grupo o partido político que lleva adelante las riendas del gobierno, más entidad debe dárseles a los organismos internos y externos de control (SIGEN - AGN), a la Justicia y, por qué no, a la prensa". El sistema de pesos y contrapesos republicanos puede asimilar el ya famoso 54%. Y mucho más. La cuestión es: ¿existe voluntad política de respetar los valores republicanos y las instituciones? Voluntad política con la que, justamente, bajo la forma de "promesa", CFK accedió a su primer mandato en 2007. Un "Pendiente" aquí. ¿Existe una oposición que tenga vocación de ocupar ese lugar de contrapeso? Hasta hoy, aquí tenemos otro gran “Pendiente”.
Muchos periodistas ya se preguntan: "¿Quién sucederá a Cristina?". Es como ir pensando en la fiesta del cumpleaños de 15... desde los 10. La Presidenta sabe que es momento de
aprovechar el respaldo popular y no de empezar ya a plantar una figura para que le haga incómoda sombra. Desde la lógica del poder (que no necesariamente es la del "interés común") resulta más "sensato" agitar soterradamente las bondades del régimen parlamentario, que es una forma poco disimulada de insistir en la figura de Cristina.
El kirchnerismo tiene la virtud de levantar banderas que finalmente sólo quedan en eso: no pasan del enunciado, pero constituyen un relato que conforma y apuntala
identidad. Identidad fuerte, intensa. ¿La de los derechos humanos es una excepción? Quizá. Pero no creo. Las sentencias por la “causa ESMA”, que empezaron a solidificarse hace muchos años, son un logro de todos los argentinos : de jueces que guardaron documentos, abogados que se cuidaron de no usar figuras penales en un contexto histórico para poder esgrimirlas en otro, ciudadan@s que no olvidaron ni perdonaron, legisladores que impulsaron la nulidad de las vergonzosas leyes de Punto Final y Obediencia Debida. No se deben sólo al kirchnerismo. No empezó con ellos. En ese sentido, al gobierno se le exige. Como señaló la abogada y dirigente del Frente de Izquierda Myriam Bregman: “Demostramos que hoy quedan en actividad más de 4000 miembros de la Armada que actuaron en la dictadura”.
O quizá el uso de los derechos humanos sea la mayor irresponsabilidad de esta dirigencia política que vino del frío en 2003. He escrito en varios post ya sobre esto. Antes, y desde 1983, podría decirse que el clivaje sociopolítico que dividía a la Argentina era la dictadura sanguinaria (en rigor no lo es: por la intensidad y el número no alcanza a constituir una división trascendental en el nivel societal: desde 1983 en adelante, y a partir de las atrocidades que fueron viendo la luz en el Juicio a las Juntas, nadie en su sano juicio defiende la tortura, la muerte y la desaparición de personas como forma de gobierno y de convivencia en nuestra sociedad).
Hoy, el clivaje ha vuelto a ser, como hace décadas atrás, el peronismo, en su cara kirchnerista.

“Aluvión de votos”: capital político e incertidumbre económica
Mucha mala fe encuentro en aquellos que hablan del “aluvión de votos” que recibió el Gobierno en las urnas el 23 de octubre. Con todo, el pueblo dio su espaldarazo con el 54% pero lo que reina, antes que la confianza, es la incertidumbre. En todo sentido. ¿Qué implica "profundizar el modelo"? ¿Qué decidirá cristina? ¿Quién será el/la ministro/a de Economía? Nadie sabe nada. Y el que sabe, no lo dice, por miedo a represalias.
Podría decirse que
esa incertidumbre puede medirse en dólares, termómetro histórico de los ánimos del ciudadano medio. El Gobierno tomó, en este tema, medidas apresuradas, que denotan nerviosismo.
Aún así, se vienen épocas de austeridad y
el Gobierno quiere dar la clara señal de que los ajustes vendrán por la cima de la escala social. Claro que en el diccionario K no figura la palabra "ajuste". Repasemos. Primero, obligando a las petroleras y mineras a liquidar aquí las divisas de sus exportaciones, por un decreto de la semana pasada. Ayer, eliminando los subsidios a empresa(rio)s amig@s. “No aumentarán las tarifas”, aclaró, presuroso, el ministro De Vido en la conferencia conjunta con el ministro Amado “Smiles & Guitars” Boudou. Es tapa de todos los diarios de hoy. "Justicia social" y "profundización del modelo" son sólo dos sinónimos que, seguramente, aparecerán como justificativos.
No obstante, por los montos que implican estas dos medidas en función del gasto que asigna el Presupuesto a subsidios de distinta índole,
representan algo más simbólico que real. Una “poda” de “apenas” 600 millones en la maraña de subsidios estatales. Es un primer paso en desarmar un esquema que suma decena de miles de millones y se ha venido incrementando como una bola de nieve desde 2003 para sostener “el modelo”. ¿Alcanzará, considerando además el creciente déficit fiscal que, como señala el periodista experto en Economía Daniel Muchnik, llegaría en 2011 a 30.000 millones de pesos? Veamos los números. En el caso particular de las transferencias a empresas, suman unos 40.000 millones (sobre un total de casi 80.000 millones) al año. El recorte de 600 millones anunciado ayer representa apenas el 1,6% del total de esas transferencias... Podría decirse, con optimismo: “por algo se empieza”. O, también: “ya no saben qué parte de la olla rascar para financiarse si ajustar por abajo”. Pero lo van a tener que hacer, tarde o temprano, si mantienen intacto el susodicho “modelo”.
Más interesante es la sorpresiva propuesta de traspasar el subte y el Premetro a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires. El subsidio a la tarifa ascendería, para 2012, a unos 1.000 millones de pesos. El Gobierno quiere pasarle los subtes a Macri, con recursos, claro. Pero sin subsidios. Que sea el líder del PRO el que los otorgue, o que pague los costos políticos de eliminarlos (lo que llevaría el pasaje del actual $1,10 a $5). Jugada política y económica a la vez, entonces.
Dólar y subsidios: en ambos temas, la oposición –refugiada en cuarteles de invierno después del mazazo electoral- brilló, otra vez, por su ausencia. Una clara muestra, al margen, de que los medios periodísticos no alcanzan para imponer una “cuestión” (Oszlak y O’Donnell) en la agenda pública hasta que un actor institucional no lo levanta. No fue la oposición, en este caso. Sino el Gobierno.
Días atrás, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, salió a vetar una ley de participación en las ganancias empresarias pedida por Hugo Moyano; lo que sin duda en la CGT será interpretado como la definitiva luz verde para que entre todos los tiburones se coman a la ballena. Una vez más,
divide y reinarás. Por eso ayer Moyano hijo azuzó en declaraciones radiales el fantasma de "la calle". "Los trabajadores van a salir a la calle" si el Gobierno no actualiza el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias que se come una parte importante del aumento paritario del salario de los trabajadores. En otros tiempos, era el propio Hugo el que contenía a sus sindicalizados.

Todo queda en familia...
Para la gan mayoría de los analistas políticos, Boudou es El Elegido, El Heredero. El todavía ministro de Economía pasará en breve de comandar el ministerio nacional más poderoso (junto con el de Planificación) a ser el segundo hombre en la línea sucesoria pero, también, pasará a ocupar el puesto más controvertido y barroso de la historia argentina: la Vicepresidencia de la nación. Los K supieron contener a los anteriores vices (Scioli y Cobos). Boudou parece estar marcando, en este punto, un cambio de tendencia.
Pero a no engañarse: todo el protagonismo es de Ella. En el opúsculo "'Desde estos mismos balcones'. Nota sobre el discurso de Perón del 17 de octubre de 1945", el sociólogo Emilio De Ipola reflexiona en torno a la tensión que le plantea discursivamente Perón a su público (la masa): al mostrarse como "uno más de nosotros allá arriba, en el poder" pero, a la vez, en tanto "yo: el único de ustedes que está en el balcón".
Analizando comparativamente ese texto con toda la puesta en escena del discurso victorioso de Cristina del domingo 23 a la noche, puede colegirse que Ella -la única en el balcón- era además como
la madre sensible que se alegraba y se enojaba, aconsejaba y retaba a los de abajo, sus "hijos políticos". Una curiosa transmutación-transfiguración o amalgama de su sutil e inteligentemente explotada figura de "viuda": allí era la madre-viuda. Todo indica que así, con ese aura, gobierna y seguirá gobernando a partir del 11 de diciembre próximo.
Como se sabe, el mundo de la familia (donde cuentan las relaciones madre/padre-hijo) es el
mundo privado: el oikos, como diría Hannah Arendt. Allí no hay libertad ni "acción política" sino, simplemente, dominación: cumplimiento de los mandatos del amo (del dueño o dueña de la casa, o de los votos), a quien jamás -por nada del mundo- hay que hacer enojar.
Bien que la “fiebre del dólar” que se está viviendo con más crudeza luego de las elecciones puede volver caprichosos a los otros “hijos” que no la votaron. Lo que está ocurriendo en la economía trae, paradójicamente, enseñanzas políticas que los K conocen muy de cerca pero creían haber sepultado.
2001 está a la vuelta de la esquina. El miedo cerval que los K le tienen a la calle ocupada por la gente disconforme revive. No en vano Cristina aprovechó para criticar, el martes, a los inofensivos piquetes de la duhaldista UATRE, la excusa perfecta. “Nunca vamos a criminalizar la protesta”, dijo Cristina, pero agregó: “Vayan a la Plaza de Mayo. No nos obliguen a tener que desplazar a gente que está cuidando a otra gente”.
El Gobierno está alerta. Y hace muy bien. Pero, a falta de oposición, el pueblo también está alerta. Y al pueblo, como lo indica la foto-emblema de este blog que figura arriba a la derecha, le sobra pintura.
Aplica en este presente el viejo proverbio chino: "Ojalá vivas tiempos interesantes". Al parecer, se vienen.
Aún con el 54% en el bolsillo.

1 comentario:

  1. Respecto de la brutal transmutación del negro-luto en el verde-furia, la "oposición responsable" podría salir a proponer una "Reforma Tributaria YA" para financiar al Estado, ¿no? Al fin y al cabo, de eso se trata. Todos estos fuegos de artificio no son para rectificar políticas monetarias o cambiarias sino puramente fiscales. Nésto siempre fue monetarista. Como Carlo. Lo he expresado en los post sobre las 45 coincidencias.

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