9/11/10

La prensa oficialista, o el periodismo a la karta

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Cambiar una ortodoxia por otra no supone necesariamente un progreso, porque el verdadero enemigo está en la creación de una mentalidad “gramofónica” repetitiva, tanto si se está como si no de acuerdo con el disco que suena en aquel momento. Conozco todos los argumentos que se esgrimen contra la libertad de expresión y de pensamiento, argumentos que sostienen que no “debe” o que no “puede” existir. Yo, sencillamente, respondo a todos ellos diciéndoles que no me convencen y que nuestra civilización está basada en la coexistencia de criterios opuestos desde hace más de 400 años.

George Orwell



El poder siempre miente. Cualquier periodista que se precie de tal tiene esa máxima como premisa. Caso contrario, le pese a quien le pese, “solo” es un militante, o un seissieteochotesco Barone más.

En ese sentido, el uso que el kirchnerismo hace del periodismo como “género discursivo” (Bajtin) me hace acordar, en realidad, al Gran Hermano de la novela 1894 de George Orwell: cambian la historia a piaccere según las alianzas políticas del momento o la necesidad de difundir en la sociedad determinado mensaje. El Gran Hermano arma un “relato” de ocasión.

Y en esa puesta en escena, algunos actúan por interés, y otros por convicción. El ejemplo de esto último es esta nota del filo k Eduardo Aliverti en Página/12. De todos modos, es gracioso ver a Aliverti hablar de las -benditas- "condiciones objetivas" cuando otro filo k, el “posmarxista” Ernesto Laclau, hace décadas que las tiró abajo con su teorización de la "democracia radical" en su clásico libro Hegemonía y estrategia socialista, devenido hoy meramente en su conveniente teoría del "populismo"...

Es triste, en cambio, ver cómo Aliverti cita hoy al diario oficialista Tiempo Argentino del mismo modo en que ayer -en los noventa- citaba a Página/12, cuando el matutino era casi la única voz que ejercía el periodismo de investigación de modo sistemático.

Por otra parte, ¿quién le vuelve a dar un off a Tiempo Argentino después de la violación del off the record producida hace semanas por el caso Papel Prensa? Eso sólo pasa cuando priman los intereses políticos por sobre el periodismo.

Pero no seamos ingenuos. Del otro lado, del periodismo dizque “independiente”, no se quedan atrás. Y, para usar la frase del escritor Dalmiro Sáenz, “mienten con la verdad”. Periodismo es crítica: es contrapoder. No es, por cierto, lo que hicieron La Nación y Ámbito Financiero en los noventa, o Clarín hasta ayer, o “Página” y todos los productos que contienen la palabra “argentino” hoy.

Aséptica verdad. La supuesta higiene del “hecho” -del acontecimiento (construído, siempre)-, del dato sin “opinión”, sin “subjetividad”. Por eso, ver en Clarín titular con la palabra “mentira” es algo que no debería pasar inadvertido. ¿Alguna vez usó esa palabra Clarín en los 90 (o hasta 2008, bah)? Más allá de su veracidad o no, ¿somos conscientes de lo que significa que Clarín escriba “el Gobierno miente” o “inventa”, como sucede en este breve texto del subdirector del diario (por citar solo un caso)?

Cualquier escuela de periodismo enseña que en el ADN del periodista está la duda respecto del discurso del poder. Cuando te pasás del otro lado -del lado que sea (público o privado), pero del lado del "yo apoyo esto o a este"-, abandonaste el periodismo: te convertiste en militante. No está mal eso. Pero... Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa, diría Perogrullo. Las cosas claras.
La prensa oficialista no hace periodismo (esto es: mostrar lo que el poder público no muestra, esconde, o muestra a medias). La prensa oficialista publicita las acciones "encomiables" del poder de turno y escracha a opositores.

Es más que verosímil, por cierto, que Klarín haya comprado el silencio de Isidoro Graiver sobre Papel Prensa. Pero yo no saldría orgulloso como periodista a violar un off como lo hizo Cynthia Ottaviano. Un off es una herramienta de trabajo esencial para un periodista. Con ella, un empresario te cuenta algo contra su empresa, o contra el gobierno de Turno y así se protege. O un funcionario del gobierno de turno, más en uno cerrado como éste, que no comunica sino por sus cabezas, "directamente".
Pero, claro, esa herramienta importa cuando lo que se busca es desarmar una trama, "tirar del ovillo del poder". Pero cuando el poder te sirve en bandeja la información (como -recuérdese- la "declaración secreta" de Sadous), para decirlo cortésmente, no la valorás. Olvídate de que, por caso, desde el macrismo en la Ciudad le den un off a Tiempo Argentino.

Nunca creí en la prensa del poder. Siempre defenestré, igualmente, al "monopolio" (cuyo efecto más nocivo es el de emitir un único y mismo mensaje en los cientos de medios radiales, gráficos y audiovisuales que posee, lo cual se asemeja bastante a la propaganda fascista, bien que no en manos del Estado sino del mercado). Desarticulemos el oligopolio Clarín con la Ley en la mano, no con operaciones mafiosas al estilo Klarín.

Un amigo me escribió: "QUE NO NOS HAGAN CREER QUE LO QUE ESTÁ EN JUEGO ES LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, CUANDO LO QUE ... ESTÁN DEFENDIENDO SOS SUS INTERESES Y NO LOS DE LA SOCIEDAD". Así, con mayúsculas.
¡Qué duda cabe de eso! Ahora, pregunto (repregunto): ¿por qué no se aplica el mismo razonamiento para el otro lado? ¿Por qué debería creer que este gobierno defiende la libertad de prensa y no sus intereses políticos (permanecer en el poder)? Eso es lo que haría un periodista. Repito: DUDAR. Más aún cuando hay tanto margen, tanto doble discurso, tantas idas y vueltas.

Los K dicen defender la libertad de prensa, pero sus esbirros atacan y ridiculizan a todo aquel que piense diferente. O a quienes simplemente intentamos informar u opinar sobre “la cosa pública”.

Las posiciones equidistantes, las de la duda de verdad (yo creo que tanto Kirchner como Kristina son claramente autoritarios y neoliberales, pero que, por conveniencia o no -por estar sujetos al “discurso de época-, han hecho cosas buenas y que otros no podrían haber hecho o no harán; y volvemos al artículo de Aliverti: "en el baile, bailemos"), no las de la duda parcial, son las más ricas: desnudan el fanatismo de los dos lados: el interesado y el voluntarista-moralista.

La épica del periodismo -el que enseñan en los claustros-, es la del Watergate, para usar una imagen, no la de Barone en 678 o la de Tiempo Argentino. ¿Qué hubiera sido de "Garganta Profunda" si Bernstein o Woodward hubieran violado el off? Ése periodismo épico o "mítico" es el que está consustanciado con los valores esenciales y más profundos de la democracia. Ése periodismo es el que se argumenta y defiende en tantos fallos valorables de nuestra Corte Suprema que cualquier alumno de la más remota escuela de periodismo ha leído en su momento. Cierto: no es lo que siempre sucede aún en los medios que lo practican. Y hay mucho para criticar sobre ellos (fundamentalmente: la explotación laboral hacia los periodistas). Pero eso quedará eso para otro post.

Con la nueva ley de medios, se promocionaba la aparición de "muchos medios y voces diferentes". Hasta ahora, esta nueva ley de medios que nos dimos en democracia sólo se reproduce la "prensa oficialista" financiada por todos (eso sí), que, en fin, sigue calcadamente el camino de la "prensa oficialista" que se conformó en la década pasada, la menemista: el Grupo Uno de Vila-Manzano, o Monetta, y cía. La historia se repite. Lamentablemente, esta pelea es por el poder, no por darle voz a "muchos medios". Véase, si no, lo que ocurre con la pauta publicitaria: los medios críticos no la reciben.
El caso Papel Prensa se resolverá en la Justicia. Pero probablemente allí no se pueda probar lo que se prueba periodísticamente. Por más que sea una verdad evidente para todos. ¿Y entonces? No es vocación por prensa libre lo que se ve, ni por deshacer "posiciones dominantes". Esto es más que obvio. Pues, de ser así, se aplicaría la ley con todo su rigor. Y -para que esto ya se asemeje a una campaña, lo digo una vez más- tenemos una ley para aplicar con todo rigor: La de Defensa de la Competencia, ley 25.156. Pero todavía ni siquiera se creó el Tribunal de Defensa de la Competencia. No tenemos un "Estado presente", como se proclama desde el “relato” oficial. Sólo lo tenemos al secretario de Comercio, Guillermo Moreno…

Seguimos teniendo un Estado ausente neoliberal, y se ve en cada tema en el que se detiene un minuto a escarbar. El Estado K sólo se hizo "presente" para escarmentar a un grupo particular (y aquí los nombre van cambiando desde 2003). El cálculo es sencillo: para que el Estado "vuelva", se necesita -como siempre se señala en este blog- jerarquizar la burocracia, ampliarla, consolidarla. Y eso no ha sucedido. Seguimos con el Estado fláccido y bobo de los 90, bien que con discurso progre y con la épica que le imprime la prensa oficialista.

¿Alguien duda de lo saludable que es dudar de los medios? Pero si… "en el mismo lodo, todos manoseaos"… el que más se beneficia es el poder.

Defender a un gobierno desde la prensa no es periodismo: es propaganda. El periodismo debe cumplir otra tarea en la sociedad: mostrar lo que el poder quiere ocultar, controlar al poder, promover el debate público sobre el funcionamiento de las instituciones de la república. Ayudar, en fin, desde las ideas, a mejorar la democracia. ¿Lo cumple? Eso quedará para el próximo post.

4 comentarios:

  1. Me parece que en muchos aspectos simplificas el laburo del periodista a una retórica académica que, bien sabido, en el oficio del periodista es apenas una base. Recuerdo que en la facultad nos decían (nos querían hacer creer) que el periodista era Superman. Nada más alejado de la realidad: el periodista es un hombre común y corriente que no es más que nadie y seguro es menos que un médico, un químico o un arquitecto. Esa idea de creer que uno es Superman es de una omnipotencia absoluta que sólo puede ser refrendada en un medio voraz y corporativo como el Grupo Clarín.

    Es cierto que el periodismo está hoy polarizado. Pero no pasa sólo acá, basta con leer la prensa extranjera para darse cuenta que sucede también en EE UU y Brasil, por sólo nombrar a algunos países.

    El colectivo de trabajo de Tiempo Argentino responde, por supuesto, a un empresario que tiene sus intereses, obvio. Pero también lo hace a la convicción del director y del equipo que se armó para tratar de salir del sistema de medios tradicionales que rigen nuestra vida desde hace décadas.

    No creo que desde TA se haga propaganda, aunque sí coincido que no es una prensa crítica, al menos al gobierno nacional. Sí lo es al gobierno porteño y a la opocisión. Pero bueno los lectores están dando su veredicto: las ventas superaron el piso de los 30 mil ejemplares y se posicionó en el cuarto lugar detrás de Clarín, Nación y Popular.

    Con respecto al off de Isidoro Graivier me parece que fue una movida osada pero que con el tiempo se va a saber valorar. El tipo o había mentido ante el grabador o lo hizo en la solicitada. Revelar el off mereció un debate en el que, por unanimidad, se decidió publicarlo. Así, la mentira de la solicitada quedó expuesta. Por lo que leí de lo que escribiste parece peor revelar un off que pagarle a un tipo para que mienta para poder mantener un negocio que consiguieron con sangre y que les permitió dominar la información durante más de tres décadas. Me parece que deberías revisar tus prioridades en ese sentido.

    Por último, que los periodistas sigamos idealizando a Bernstein o Woodward es como que los hinchas de Racing sigamos vanagloriandonos con el gol del Chango Cárdenas en 1967. Cuando sucedió el caso Watergate, ni siquiera existía Internet, vos no habías naciado y Papel Prensa todavía pertenecía a los Graiver.

    En fin, el periodismo se hace día a día en las redacciones y en la calle. Creo que además de criticarlo deberías ejercerlo.

    Abrazo, MS

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  2. Dos cosas que me quedaron picando: a TA le siguen dando off y muchos.

    La otra está relacionada con este párrafo que escribiste: Los K dicen defender la libertad de prensa, pero sus esbirros atacan y ridiculizan a todo aquel que piense diferente. O a quienes simplemente intentamos informar u opinar sobre “la cosa pública”.

    Primero me parece que la palabra esbirro descalifica. Segundo, nunca como antes se vio tanta libertad de prensa. Fijate que ahora hay muchas más voces que antes, el imperio oligopólico y corporativo tiene grietas y la información llega por distintos lugares. Tercero utilizar el verbo "atacar" es muy clarinesco, acá nadie ataca a nadie. A lo sumo se los critica, pero como no se las bancan las disfrazan de "ataques". Estos tipos que se creen Superman (Lanata, Majul, Leuco, Blanc, Van der Kooy, etc) estaban acostumbrados a opinar sin que nadie los contradijera y eso está cambiando. Se creen superiores, los dueños de la verdad, cuando en realidad son meros opinólogos en decadencia que están perdiendo credibilidad.

    Abrazo. MS

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  3. Por algo no leo mucho la prensa.Confieso que siempre deteste esa idea/premisa/concepcion de que la prensa es el cuarto poder. La prensa, es y deberia ser la expresion de la OPINION PUBLICA, EL CUARTO PODER ES DE LA CIUDADANIA EN SU CONJUNTO. No existe el gobierno perfecto, y este gobierno claramente no lo es, el indec es su mayor error. Pero autoritario no lo es... no le impide hacer nada a la oposición. Son libres de venderse, perdon quise decir hacer y aliarse con quienes quieran. Existio alguna vez hombre capaz de tanta nobleza y temple? mmmm... si busco en la biblia quizas si, pero no soy catolica ni cristiana...Bueno, si quieren Gandhi. Nada. Solo eso. Yo tambien puedo defender a este gobierno, no? esta mal?

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  4. Martín, felicitaciones por la columna. Quizás en una futura, pudieras evitar algún término que para alguien pueda "descalificar". Con respecto a las opiniones de tus lectores, las valoro, como seguramente lo harás vos, pero no las comparto. Por ejemplo, MS afirma "acá nadie ataca a nadie"... y a mí me viene a la cabeza cualquier emisión de 678 en la que, desde un canal que debiera ser "estatal" y no "gubernamental", destrozan y se burlan de cualquier persona pública que opine diferente... ¿no son ataques? ¿cómo se llama eso?; lo de anoche de C5N, ¿cree que fue una operación para desprestigiar al Gobierno? Respeto las posturas de todos, pero cuando esas posturas se adoptan por intereses personales antes que por convicciones, me disgusta un poco. Abrazo a todos (y a todas) ;)

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